martes, 22 de diciembre de 2009

LA OSCURIDAD DE WILL
Estoy verdaderamente abrumado, noqueado como un pujil que no es capaz de mantenerse sobre las dos piernas después de un duro combate. Y es que es difícil, muy difícil conseguir un nivel de inspiración comparable con el de este magnífico disco. "I see a darkness" debería regalarse en las esquinas y castigar con dureza a todo aquel que no lo haya escuchado. Muerte, dolor, y (poquita, muy poquita esperanza) a golpe de folk, country, rock, post-folk y lo que le de la gana al bueno de Will. Una auténtica obra maestra. Un clásico contemporaneo. Imposible superar el talento del americano en esta espléndia colección de canciones. La oscuridad, la luz, el amor, la falta del mismo, la desesperanza, el anhelo de encontrar algo en aquellos lugares en el que no hay nada de nada. Y todo ello trazado con esas imágenes que sólo el de Lousiana es capaz de dibujar, garabatear e, incluso, por qué no, caricaturizar. Líneas sonoras secas como un papel de lija, guitarras cortantes como una cuchilla bien afilada, pianos dolientes, órganos agonizantes, y una voz siempre a punto de quebrarse en ese último intento por llegar a la cima más alta. No soy objetivo, lo reconozco. No puedo serlo. Podría estar horas y horas, días y días escuchando un disco como éste. Una verdadera obra maestra y un grande entre los grandes.

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