miércoles, 28 de enero de 2009

BELVEDERE

"Teníamos esa extraña sensación de que, ahora que nos dabamos cuenta de que ya había sucedido todo, podía suceder cualquier cosa"

RAYMOND CARVER "De qué hablamos cuando hablamos de amor"

LA BUENA VIDA "DESDE HOY EN ADELANTE"

lunes, 26 de enero de 2009

IT´S GONNA BE A GOOD YEAR, OUT OF THE DARKNESS AND INTO THE FIRE I´LL TELL YOU I LOVE YOU
Guitarras abrasivas, bajos contundentes, batería sin concesiones, órganos rugosos cuál papel de lija y una voz que sale de dentro. Un canto al nuevo año y a la nueva vida. Estoy enganchado. Lo confieso. Enganchadísimo...Y me siento muy bien, la verdad.

THE WALKMEN "IN THE NEW YEAR"

lunes, 19 de enero de 2009

TO KNOW YOU IS TO LOVE YOU
…Y me habla de viejas canciones y de películas de otros tiempos . Y me habla de otras vidas que no he vivido y que no sé si llegaré a vivir, mientras el mundo se despierta, se levanta, se viste y echa a andar. En las próximas noches intentaré dormir un poco más. En las próximas noches intentaré dormir, pero no soñar...o quizás sí...

THE TEDDY BEARS "TO KNOW HIM IS TO LOVE HIM"

viernes, 16 de enero de 2009

DISCOS DE MI VIDA I : NOSOTRÄSH “POPEMAS” (Elefant Records, 2002)
Si hubo un disco nacional que realmente calara hondo en mi en el año 2002 (ya han pasado 7 años….no me lo puedo creer) ese fue “Popemas”. Y caló desde el principio. Flechazo absoluto. Amor a primera vista. Y es que, después de mucho tiempo, el otro día volví a escucharlo y el idilio se mantiene intacto. Sigo enamoradísimo y con la necesidad de pregonarlo por el mundo entero. Sirva, para ello, esta humilde entrada…

Con Ibon Errazquin (Le Mans, Single) a los mandos, la instrumentación perfecta para cada pieza, y un amateurismo bien entendido, consiguen 20 (21 si contamos la pieza escondida al final) miniaturas de pop rozando en todo momento la perfección, y, manteniendo una elegancia mayúscula, muy por encima de la media. Si el minimalismo se define como menos es más, nos encontramos aquí ante un ejemplo más que elocuente. Canciones (o ¿eran poemas? –en fin, es lo mismo, nunca un título de un disco fue más acertado, consiguiendo la conmixtión perfecta entre música pop y poesía) de no más de 2 minutos que se cuelan por las ranuras de los poros abiertos de la piel en dirección al corazón, instalándose de modo permanente como verdaderas ocupas de la emoción, elevando y, a ratos rebajando hasta mínimos preocupantes, el estado de ánimo. Euforia, optimismo, alegría, tristeza, melancolía feroz son algunos de los sentimientos extremos que pueden experimentarse durante los 37 minutos que dura el viaje por “Popemas”. Pero el viaje tiene un destino cálido y agradable. La sensación de estar lleno y satisfecho es equiparable a la del deber cumplido, o a ese placentero (aunque a veces breve) recuerdo de cierto momento vivido en buena compañía.

Y es en las letras del disco donde Nosoträsh te atrapa de forma definitiva. Es, sin duda, el gran valor de este trabajo de las asturianas. Y es que en ellas abarcan todo lo abarcable en el plano sentimental. Desde una escena de felicidad cotidiana y no por ello menos disfrutable (“Mirarme en tus ojos, oírte charlar, dejar que me peines en vez de pensar”), pasando por un reclamo de independencia (quizás ruptura) en una relación de pareja (“Yo ya sé conducir y hoy fijo un rumbo nuevo a mi corazón, ya no hay marcha atrás, ni nada que hablar pues yo ya no soy copiloto de tu amor”), crisis existencialista (“Limpio el polvo a mi vida y no encuentro, saco brillo al silencio y no entiendo, afeitando el olvido sin tiempo, manoseo el recuerdo sin prisa y se pasa la tarde y no tengo…nada, todo”), momentos de esperanza y fe en el futuro (“Preguntaste: -¿por qué se acaban los besos? Y te dije que insistieses, siempre quedará algún resto), algún intento por escapar de la monotonía, que, particularmente, es mi momento preferido del disco (“Y espero bocabierta el resto de m vida, me reto cada día a ser casi la misma, sumando santos a un mismo calendario amargo, haciendo círculos en rojo algún sábado”). Y, en fin, un compendio de emociones a flor de piel, adaptadas en forma de pequeños haikus a la asturiana con la mejor banda sonora posible, que, a día de hoy y a 7 años vista de su edición, me sigue sobrecogiendo de la misma manera. Como esos amores incorruptibles e intocables. Después vinieron conciertos en los que todo encajaba y merecía la pena, noches dramáticas, otras tragicómicas, discos posteriores, festivales,… y yo recomendando el disco hasta la saciedad a personas que lo merecían y a otras que no tanto…Pero eso es otra historia. Mientras tanto y parafraseando a las de Xixón “Vendrá el frío y aunque ya no estés aquí, sigo remendado mis recuerdos, daño tras daño”. Yo continúo a la (tensa) espera…

NOSOTRÄSH "SIMULACRO"




lunes, 12 de enero de 2009

NOAH AND THE WHALE

La recomendación de un amigo, una crítica con elogios en cierta revista especializada y una rápida y torpe escucha en myspace mientras hago otras cosas, y, al instante, tomo, de forma inmediata, la decisión de comprar el disco. A pesar del poco detenido análisis de su música, e incluso, por qué no, la superficialidad aparente del mismo, tengo, desde el primer momento, la sensación y al segundo la certeza de que me va a gustar. Es algo similar a lo que ocurre con ciertas personas, con las que no hace falta cruzar palabra, y a veces ni siquiera conocerlas, para saber que la conexión va a ser muy especial. Y esto ocurrió con Noah and the whale. Debo pertenecer a una especie en vías de extinción, o llamenme romántico si quieren, pero todavía siento cierta emoción al recibir el paquete de manos de mi cartero (-lease sexo femenino en mi caso-) e introducir el CD en el reproductor, y dejarme atrapar por las notas que surgen de los altavoces y esperar. Esperar a arquear las cejas, cerrar los ojos, abrirlos, sonreir, tumbarme, levantarme, volver a tumbarme. Y después de 42 minutos el veredicto es claro y evidente: el grupo londinense me tiene, desde hace un par de semanas, completamente atrapado. Y no hay visos de que me vaya a soltar.

Y es que en Noah and the whale no hay truco, no hay hype, no hay magia barata. Hay, en resumidas cuentas, pop. Pop con mayúsculas. Pop muy bonito y bien hecho. Pop con el que amueblar las habitaciones diáfanas y desangeladas. Pop para llenar el vacío que dejaron en su día The Smiths (palabras mayores), Hefner (jo!, como los echo de menos), The Modern Lovers. Y es que, partiendo del ideario indie, aderezado con unas logradas letras donde salpican a la vez dulce ironía y encanto naif, consiguen con su primer disco grande “Paceful, the World lays me down”, un LP redondo de verdad. Uno de esos trabajos sin fisuras, complejo y con unos arreglos que impiden que pierdas la fe en los discos bien hechos. Guitarras, violines, acordeones, ukeleles, cuerdas de todos los colores, vientos, metales. Y todo ello con un toquecito folkie que hace que, aún hoy, pierda la cabeza por el grupo liderado por Charlie Fink. Como el susodicho dice “maybe I just need a change, maybe I just need a new cologne”. Quizás. Mientras tanto, seguimos a la espera......

sábado, 10 de enero de 2009

MY BLUEBERRY NIGHTS

Mis noches de arándano. O como perseguirse a uno mismo tratando de encontrarse y evitando engañarse durante el arduo trabajo. “¿Por qué siempre tienes que fiarte de todo lo que te digan? ¿Por qué siempre te fias de todo el mundo?”, pregunta la empedernida y, a la vez, encantadora jugadora de poker interpretada por Natalie Portman a la protagonista Elizabeth (Norah Jones en su primer papel cinematográfico), durante uno de los momentos más emotivos de la cinta. Beth. Lizzy. Elizabeth. Nuestra Elizabeth en una búsqueda sin tregua intentando perderse (o era encontrarse –bueno me temo que es lo mismo-) por parajes inhóspitos de la geografía yanqui, remitiendo a similares parajes, igualmente inhospitos, de una geografía ciertamente inabarcable como es la sentimental. Imposible no identificarse con el papel. Imposible no quererla. Del desengaño a la carretera. Del desamor a los bares. Del desencuentro al encuentro con almas solitarias, perdidas y peligrosamente desangeladas. Wong Kar Wai en estado puro. Poesía hecha cine. Planos delicadamente tratados y Ry Cooder dibujando finos trazos con su guitarra, construyendo el complemento ideal a la belleza de las imágenes. Y el amor esperando pacientemente el regreso de la que un día se marchó…..Grande. Muy grande.

domingo, 4 de enero de 2009

STRANGER THAN PARADISE

"Muchas veces me imagino que hay un montón de niños jugando en un campo de centeno. Miles de niños. Y están solos, quiero decir que no hay nadie mayor vigilándoles. Sólo yo. Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños caigan a él. En cuanto empiezan a correr sin mirar adónde van, yo salgo de donde esté y los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Vigilarlos. Yo sería el guardián entre el centeno. Te parecerá una tontería pero es lo único que de verdad me gustaría hacer. Sé que es una locura."

J.D. SALINGER "El guardián entre el centeno"