miércoles, 15 de febrero de 2012

LAS CHICAS...


     Abrumado me encuentro escuchando el "Father, son, holy ghost" de los californianos Girls. Estupendo trabajo. Adictivo, excitante, serpenteante, traicionero cual grupo de bandidos nacidos para la emboscada. George Harrison, The Ronettes, Dennis Wilson, Pulp, todos ellos, ningúno. Una dosis de clasicismo bien entendido, con la medida necesaria de pop rabiosamente contemporáneo, dan como resultado un disfrutable, a la par que genuino, disco, que, surco a surco, no hace si no generar un verdadero tour de force entre órganos pesados, distorsiones extremas, melodías de azúcar, guitarras cristalinas, y con la presencia de unas letras, las del genio Christopher Owens, que oscilan entre la extrema candidez y el desaliento de quien se sabe derrotado antes de participar en la competición. Un trabajo realmente apasionante. Como uno de esos jugosos platos de nouvelle cousine que ya se atisban excelentes desde su presentación, y que, además, se materializan en tu boca en una explosión de sabores y sensaciones sin parangón. Como dice su canción "es magia". Un deleite...

GIRLS "MAGIC"


sábado, 11 de febrero de 2012

TANNED TIN 2012

 
      El jueves 2 de febrero seguramente trascienda como uno de los días más frios de este invierno: temperaturas bajo cero, viento polar insoportable, ambiente gélido. Sin embargo, se antojaba como un día perfecto para afinar el paladar y disfrutar abiertamente de un deleite, solo apto para gourmets, de eso que comúnmente llamamos música independiente. Y es que el calor y el color que presentaba el Teatre Principal de Castelló era ideal para darse un atracón de canciones, de sensaciones, de emociones. Particularmente estar en el Tanned Tin era una pequeña victoria personal, tantos años buscada, y pisar la platea del coqueto teatro no hace si no traer a mi memoria esos "Discogrande" con Jesús Llorente comentando la jugada, y yo, con la orejas bien abiertas, tomando nota de grupos y solistas que cambiarían mi vida. Hablo de American Analog Set y su adictivo susurro, de unos primerizos Herman Dune, de una encantadora Julie Doiron, de unos imberbes Animal Collective, de la vanguardia sónica de Gang Gang Dance, de un desconocido M. Ward, y de un largo etcétera que, desde siempre, causo en mí unas insuperables (y, a veces, inexplicables)  ganas de asistir al Festival. Pués bien, victoria conseguida.
     Y comienza la noche con Greg Trooper, trobador americano de vieja escuela, guitarra acústica en ristre y armónica bailarina sobre su cuello, entonando canciones sobre amores, sobre deseos insatisfechos, sobre esperanzas futuras, a camino entre el Steve Earle más folkie y el Bob Dylan más melódico. Buen entrante para abrir boca.
     Y sin practicamente tiempo entre plato y plato, comparece en el escenario Nacho Vegas. Y el asturiano ofrece un concierto acústico impecable, abriendo con una versión de "Por qué te vas", que más parecía una apropiación de Townes Van Zandt que una canción de Jeanette. Y por el camino caen perlas como la adaptación de "La canción del extranjero" del maestro Cohen, o una "Historia de Marlene" que núnca dejara de emocionarme. Muy interesante el lado desenchufado del de Gijón.
     He de confesar que considero a Stereolab una de las mejores propuestas del indie de los 90, uno de esos grupos con un sonido propio, facilmente identificable, con una identidad dificilmente alcanzable. Y su alma mater, Laetitia Sadier no defraudo. Sóla, con una bonita Gibson SG, o acompañada de bajo y batería desplego 40 minutos de auténtica belleza pop, de avant-garde disfrazada de candidez torpemente naif, de indie-rock de luxe. Un verdadero placer.
     A continuación parada técnica para cenar (y de paso comprar unos cuantos discos del tenderete de Acuarela para completar colección en un ejercicio de adicción incurable) y reponer fuerzas para el plato fuerte de la noche. Standstill play Rooom. Desde aquella primera vez que el grupo de Barcelona me encandiló, me temo que para siempre, en un pasado Primavera Sound de 2010, siguiendo por un magnífico concierto al caer la tarde en un Festival de Benicassim, los de Enric Montefusco núnca me han defraudado. Pero es que lo que vi sobre las tablas del Teatre Principal es otra historia. A priori uno podría ponerse un escudo protector anti pretenciosidad, pero es que esa afirmación (la de la pretenciosidad, digo) se convierte en una verdadera falacia después de ver el concierto. El "Rooom" de Standstill es una delicia con mayúsculas. Desgranar con ese nivel de calidad audiovisual el concepto que supone "Adelante Bonaparte" de la primera a la última canción es un triple mortal sin red del que la banda sale indemne. Resulta imposible no emocionarse con las imágenes que acompañan la tortuosa historia de B., con el sonido de un grupo engrasado hasta decir basta, con esos temas que son capaces de llenar una pequeña e íntima habitación o un teatro rebosante hasta la bandera. Y es que, noventa minutos después, uno sólo desea que el espectáculo comienze de nuevo, y continúe sin parar, en una espiral de rock conceptual de calidad sin parangón en este país. Un diez.
     Y a eso de la una de la madrugada abandonamos la capital castellonense en dirección al frio invierno del Maestrazgo, allá, en la comarca de Els Ports, donde, curva a curva de el Coll de Ares aún resonaban los ecos de mi (nuestro) primer Tanned Tin. El año que viene seguro que más.

STANDSTILL "ELEFANTE (ROOOM)"

martes, 31 de mayo de 2011

ESTOY DE VUELTA...

Pués eso. De vuelta. Y vaya vuelta. Aún resuenan ecos del maravilloso concierto vivido en la capital del mundo. New York City. Esquina de Columbus Avenue con la 60 Oeste. Iglesia de Saint Paul the Apostle. Marco incomparable. Un primer aperitivo con un Kurt Wagner (Lambchop), íntimo hasta decir basta. Guitarra eléctrica y una voz inconfundible alumbrando los senderos de la tradición americana más especial, con paradas técnicas en el folk, en el country, en el gospel. Delicatessen absoluta durante 30 minutos. Los pelos de punta. Un breve parón y el apocalipsis vestido de banda de rock llamó a las puertas de la grandiosa iglesia neoyorquina. La banda canadiense Godspeed you! Black Emperor sobre el escenario. Siete miembros, tres guitarras, bajo, contrabajo, teclados, vibráfono, glockenspiel y un sonido que, cuando creías que te tenía mecido cual bebé en una cuna, te sacaba de la duermevela con un golpe directo en toda la cara. Impresionante. Guitarras furiosas, arpegios de belleza infinita, baterías contundentes y un sonido reverbeante que hacía temblar los cimientos de un templo centenario, y todo ello apoyado en unas proyecciones (refinerías en llamas, imágenes evocadoras, viejos legajos, la palabra "hope") que hacían presagiar que el fin del mundo encontraría su puerta allí y en aquel preciso momento, y que sus indefensas vícitmas seríamos todos nosotros. Dos horas y media de experiencia absolutamente arrebatadora. Después, un taxi para el hotel, un (¿mítico?) hot dog con mucha cebolla y unos sueños que, irremediablemente, se verían turbados después de tan magno espectaculo. Insuperable. La Gran Manzana tiene estas cosas. Supongo...






viernes, 29 de octubre de 2010

MARK OLIVER EVERETT: CRÓNICAS I
"Un día me encuentro hablando por teléfono con mi héroe Tom Waits. No puedo creer que esté hablando con Tom Waits, un artista al que admiro desde hace mucho y al que soy incapaz de imaginarme como una persona real fuera del escenario; pero la voz cavernosa al otro extremo del hilo es inconfundiblemente suya. Más adelante me llama la persona que le ha dado mi número para preguntar si no era un problema habérselo dado. Le digo que no me gusta que mi número circule por ahí, pero que si John Lennon, Bob Dylan o Tom Waits se lo piden, no hay ninguno en dárselo."

EELS "Climbing to the moon"



lunes, 25 de octubre de 2010

OMBLIGO SIN FONDO

Ante el imponente volúmen de páginas que engloba esta monumental novela gráfica, uno puede hacer dos cosas: primera, asustarse de forma irremediable y mirar para otro lado; o, segundo y mucho más recomendable, sumergirse en el particular universo que nos propone el norteamericano Dash Shaw. El argumento es sencillo: una ordinaria (o era extraordinaria) familia media yanqui se reúne en la casa de la playa. El motivo: el anuncio por parte de los progenitores de su inminente divorcio, después de más de 40 años de matrimonio. El amor se ha acabado y toca reunudar el pulso vital por separado. Y aquí comienza una historia, que, a las pocas viñetas, te tiene completamente atrapado, con un trazo sencillo y eficaz, y con un dibujo a dos colores que no hace sino potenciar el elevado nivel emocional del cómic. Y a lo largo de las páginas se relata la tragicomedia familiar en tres actos, con cierta dosis de humor inteligente y momentos hilarantes, todo ello salpimentado con las diversas circunstancias de sus protagonistas y el efecto que produce en ellos la noticia: el padre, con su delicado estado de salud y su permanente melancolía a cuestas; la madre y su abnegada religiosidad; el hermano mayor, al que la situación le supera llevándole, literalmente, al más absoluto colapso; la hermana, con una seria crisis existencial y sentimental; y el hermano menor (con apariencia anfíbia a lo largo de toda la historia, por motivos que se desvelan en el desarrollo de la novela), un loser en toda regla, que ha perdido toda esperanza, y al que la visita a la casa de su infancia parece cambiarle (radicalmente) la vida. Y a esto hay que sumar cierto aroma de carencia emocional, de días perdidos, de playas desiertas, de calor y arena, de amor latente e ignorado, de olvido furioso, de encanto y desencanto jugando una definitiva partida de ajedrez. Una bonita historia altamente recomendable. Comic deluxe de 2010.

THE MORNING BENDERS "EXCUSES"

domingo, 24 de octubre de 2010

¿LA CANCIÓN PERFECTA?

Pués yo diría que sí. Gran voz, grandes arreglos, una dosis de tensión bien resuelta. La mejor canción posible para abrir uno de los mejores discos de este año. ¿Alguién podrá destronarlos? Me temo que no...



BEACH HOUSE "ZEBRA"

sábado, 14 de agosto de 2010

MEZCLANDO (Y COMPRANDO)

La locura se ha instalado en "Canta Ranas". A eso de las seis de la tarde terminamos de grabar todas las pistas y Paco se concentra en las mezclas. Después de dos días y medio de bromas, de chistes privados, y, por momentos, de latigo en mano cual domador experimentado, el Jefe guarda silencio, se coloca frente a la mesa y comienza a subir y a bajar potenciometros, a bajar y a subir volúmenes, a escuchar, a exprimir, y, sobre todo, a permanecer con un rictus serio y callado que no hace sino demostrar que nos encontramos ante, como el mismo diría, "cosas de mayores". Y por medio se deja caer algúna que otra canción de algún que otro artista de renombre que ha pasado por el El Puerto hace unas semanas, y cuya nueva guitarra Gretsch (que aún no ha estrenado) se ha colado por algunas canciónes de nuestro disco. Llamemosle privilegios del lugar.Y por el camino me dejo enredar y engatusar por una chulísima Squier Duo Sonic en una magnífica revisión de Vibes Classic y por una preciosa Epiphone Casino de edición limitada que volverán a casa conmigo. Y con una perfecta revisión por el mejor luthier de España, Chuchi, uno de esos amigos de Paco que, con una amabilidad y profesionalidad digna de elogio, realiza un trabajo que no hace sino poner de manifiesto, el impecable equipo humano que deambula por estas tierras gaditanas. De matrícula de honor.