Hay momentos en que una canción te atrapa. No tiene explicación. Cuando menos te lo esperas te tiene sujeto por las cuatro extremidades y ya no puedes moverte. Por mucho que lo intentes no puedes moverte. Pero lejos de la privación de libertad que, en dicho momento, la canción ejerce, la sensación es placentera. Estás preso, pero estás bien. Y algo parecido llevo yo padeciendo en las últimas 24 horas. Esta canción de Francisco Nixon me tiene bien agarrado. No se si será por esa producción sencilla a la par que eficaz, por ese órgano saltarín que se ha instalado de forma permanente en mi cabeza, o por esa letra con un encanto naif absolutamente irresistible. En cualquier caso, ya estoy a sus pies. Y no se cuál es la razón por la que la he relacionado inmediatemente con los bellos pasajes de "Al final de la escapada" de Godard y esa historia de amor imposible, a la vez que trágica. Quizás por ese "y si te vas" del estribillo. En fin. ¿Quién lo sabe?...
FRANCISCO NIXON "MUSEO BRITÁNICO"