miércoles, 18 de noviembre de 2009

EL ESCRITOR

El que escribe se nutre de la realidad. Esto es un hecho que no admite debate. Mas la realidad también se nutre de aquel que escribe. Y llama su atención, le provoca y hace que este vaya hacía su terreno. Y además lo viste de casualidad imposible, cuando, en el fondo no es ni una causalidad, sino una causalidad, y tampoco es imposible, sino perfectamente posible. Y así, el escritor escribe sobre aquello que ha visto, sobre aquello que ve y, por encima de todas las cosas, sobre aquello que verá hoy, mañana o pasado mañana. Así, me viene ahora a la cabeza el caso del escritor (de canciones) americano Damien Jurado, que escribía sobre penas, dolores y desamores en el marco de la felicidad y estabilidad que le proporcionaba su matrimonio, sin saber, al menos conscientemente, que estaba escribiendo sobre su propia vida unos años después, hecho que se confirmaría con el abandono de su mujer y la desgracia que seguiría al mismo. La realidad tiene hambre. Mucha hambre. Y encuentra en el escritor su alimento preferido. Y quizás, de este modo, el escritor también experimente cierta sanación, sintiendose un poco menos solo...

VIC CHESNUTT "YOU ARE NEVER ALONE"

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