martes, 10 de noviembre de 2009

...LA PRÓXIMA VEZ QUE LEVANTES LAS CEJAS DE INCREDULIDAD, QUE SEA AL MUNDO Y NO A MÍ...

Hay ocasiones en que uno tiene que asumir lo que han hecho otros. Y, en muchos casos, esos otros no han hecho las cosas todo lo bien que debieran. Y uno, que pretende hacer las cosas bien, se encuentra con caras de absoluta incredulidad, manos en las cabezas y admiraciones de asombro. Pero deberían ser contra el mundo, y no contra uno. Y a colación de esto vuelve a aparecer en mi vida una banda a la que ya comenzaba a extrañar desde su último trabajo. Y aparece justo ahora, entre un frío de mil demonios, nevadas de 10 horas, blancas montañas y adaptación a mi nueva vida. Así me encuentro con la salida del nuevo disco (ya el tercero) de Nueva Vulcano. Y sólo me ha hecho falta escuchar dos de las nuevas canciones para darme cuenta de que este es el grupo de ROCK (sí, sí, con mayúsculas bien merecidas) más grande del territorio nacional. Qué sonido, qué fuerza, qué guitarras, qué intensidad, qué voz, qué letras. Todo ello no ha servido sino para cerciorarme de que los de Barcelona, siguiendo a Stanisvlasky, lo hagan bien o lo hagan mal, lo hacen siempre de verdad. Ya estoy babeando cual perro de Pávlov hasta que tenga entre mis manos su nuevo trabajo. Grandes, grandes, de verdad.

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