
La locura se ha instalado en "Canta Ranas". A eso de las seis de la tarde terminamos de grabar todas las pistas y Paco se concentra en las mezclas. Después de dos días y medio de bromas, de chistes privados, y, por momentos, de latigo en mano cual domador experimentado, el Jefe guarda silencio, se coloca frente a la mesa y comienza a subir y a bajar potenciometros, a bajar y a subir volúmenes, a escuchar, a exprimir, y, sobre todo, a permanecer con un rictus serio y callado que no hace sino demostrar que nos encontramos ante, como el mismo diría, "cosas de mayores". Y por medio se deja caer algúna que otra canción de algún que otro artista de renombre que ha pasado por el El Puerto hace unas semanas, y cuya nueva guitarra Gretsch (que aún no ha estrenado) se ha colado por algunas canciónes de nuestro disco. Llamemosle privilegios del lugar.Y por el camino me dejo enredar y engatusar por una chulísima Squier Duo Sonic en una magnífica revisión de Vibes Classic y por una preciosa Epiphone Casino de edición limitada que volverán a casa conmigo. Y con una perfecta revisión por el mejor luthier de España, Chuchi, uno de esos amigos de Paco que, con una amabilidad y profesionalidad digna de elogio, realiza un trabajo que no hace sino poner de manifiesto, el impecable equipo humano que deambula por estas tierras gaditanas. De matrícula de honor.